
Confieso que tengo una ambición, una sola y gran ambición personal: quisiera que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi patria. Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota terminase de esta manera: De aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita.
Hoy a 58 años de su partida,los enemigos del pueblo siguen siendo los mismos,el Imperio y la Oligarquía,aquí y en otra latitudes,pero esta ves aquí ,la victoria sera nuestra.
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