Eduardo Galeano:"La solidaridad es igualdad; la caridad es un riesgo".

"La solidaridad es igualdad; la caridad es un riesgo".

Foto durante una entrevista al escritor Uruguayo en el Hotel Colon de Barcelona, en 2008.

El autor de Las venas abiertas de América Latina ha estado en Madrid. Galeano ha conseguido congregar a cientos de jóvenes a las puertas de la AECID y también delante de sus ordenadores para seguir en streaming su conferencia "Algunos pecados capitales del mundo al revés". Para ser más exactos, más que una conferencia es una lectura de historias -"que no son Historia", como reconoce él mismo-.

El atractivo hombre maduro que aparece en las biografías de las contraportadas de sus libros, se ha convertido en un dulce abuelito de 71 años que aún tiene mucho que decir; y los jóvenes que aprender. Entra en la sala arropado por una ovación que también él acompaña dirigiéndose a los que han ido a escucharle. Después de una protocolaria presentación, se oye su voz.

Siete pecados

Haciendo referencia al título de su no-conferencia, presenta el primer pecado capital: Racismo. Asegura que "el racismo produce amnesia" y que "de África sólo sabemos lo que nos enseñó el señor Tarzán" pero, según Galeano, fue allí donde "empezó el viaje humano en el mundo". Con la lectura de una de sus historias, asegura que "todos somos africanos emigrados". Sin embargo, también afirma que "el racismo no es sólo una cuestión de piel, la guerra de Irak también es racismo". La Tradición machista ha ocupado el segundo puesto. Ha leído la paradójica anécdota de la revolución francesa, cuando eran femeninos los símbolos de las victorias por la defensa de los derechos de los ciudadanos; sin embargo, al reivindicarse los derechos de las ciudadanas, se usó la guillotina. El tercer de los pecados, la intolerancia al diferente, donde ha aprovechado para homenajear a la República Argentina por ser el primer país latinoamericano en legalizar el matrimonio homosexual. Ha querido destacar el Desprecio al trabajo: en este mundo al revés "es el precio lo que fija el valor y no al revés, y donde las jornadas de trabajo se miden con los relojes derretidos de Salvador Dalí". Unido a este pecado, el quinto: "el mundo miente" a través de "la tendencia de los medios de comunicación a mentir". Galeano reflexiona sobre la importancia absoluta que se le dio, en su momento, al muro de Berlín y lo poco que se habla de muros como el de la frontera de México, de Ceuta y Melilla, de Cisjordania o el de Marruecos en el Sahara Occidental. "Ni se conocen", dice. El uruguayo se atreve a reflexionar delante de los jóvenes y se pregunta, con una evidente ironía, quién lanzó las bombas sobre Hiroshima y Nagashaki. "¿Sería Irán?".

"Las jornadas de trabajo se miden con los relojes derretidos de Salvador Dalí"

Y como no podía faltar una alusión a la actual crisis económica y dice tener la impresión de que la culpa de esta situación mundial no es de los especuladores de WallStreet, sino que "la culpa la tiene Grecia", sentencia con la sorna que le caracteriza. El sexto pecado que anuncia lo llama "el mundo mata". "La paz mundial está en manos de aquellos que fabrican más armas", curiosamente. Hoy en día, según afirma Galeano, se invierten más en gastos militares -"criminales", cómo los denomina- que en acabar con el hambre. "Se fabrica hambre; hambre de pan, hambre de abrazos". Y por último, "el mundo fabrica enemigos" a través del miedo. "La democracia tienen miedo a recordar, las armas tienen miedo a la falta de guerra y los hombres tienen miedo a la mujer sin miedo".

En esta Semana de la Cooperación, Eduardo Galeano hizo referencia a un dicho africado que refleja que la mano que da siempre está arriba y la que recibe, abajo. "Hay una relación jerárquica." Y quiso matizar dos conceptos clave: "La solidaridad es igualdad, la caridad es un riesgo"